Buen título para un pequeño recetario de cierta marca de fideos que tenía mi mamá en la cocina, que por cierto ella no lo necesitaba, sino que era parte del pedido para la tienda y que llegó con los paquetes de fideos . Y es verdad, cada día nos hacemos la misma pregunta.
Lo bueno es que ahora las tareas son compartidas, las ideas, gustos y habilidades también.
Ya no cocino todos los días, mis hijas y esposo tienen su día en la cocina y mi hijo también.
Unos con mejores habilidades que otros, como en todo. A veces se cocina con lo que haya, otras veces podemos darnos nuestros gustitos. Pero lo importante es disfrutar juntos la comida, agradecer y bendecir, compartir anécdotas y vivencias del día a día o de tiempos pasados y ahora último empezamos con las lecturas, luego del desayuno y del almuerzo.
Leí que la cocina es como un laboratorio, en realidad lo es, y ahí podemos experimentar y crear nuevas comidas.
No soy tan buena cocinando, pero creo que "me defiendo" como dicen.
Mi mamá sí que cocina rico, por qué no aprendí?... Porque ella priorizó el estudio para mi.
Mi mamá es una artista tejiendo, tampoco aprendí eso. Mi mamá hace maravillas con la lana y sus palillos. Recuerdo que en primaria teníamos que tejer un roponcito, yo no avanzaba y al final no lo terminé, desaprobé.
Recuerdo que en toda mi vida solo tejí una chalina rosada para mí, un chaleco negro y rojo para mi hijita mayor, que luego les sirvió para los que siguieron y finalmente tejí 4 pares de medias, eso fue una hazaña para mí.
Ambas actividades son artísticas porque hay que combinar sabores y colores.
Volviendo a la comida pues cada quien tiene su comida favorita y su comida no favorita. A mí por ejemplo me encanta la papa a la huancaína y lo que no me gusta o no como es el cuy.
Ohhh, gracias a google, encontré la portada.
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