La selva

 Siempre que estudiábamos geografía, aprendíamos sobre las regiones naturales del Perú. He viajado por algunos lugares de la costa y de la sierra, pero cuando me preguntan si conozco la selva, pues digo que no. Espero ir al norte y a la selva, espero que ya bajen los contagios de la COVID 19,que nos trae inmovilizados geográficamente, aunque muchos ya se están moviendo.

Pues quien sí ha estado por allá es W y D, mis compadres. En la selva central. 

Siempre me ha gustado viajar, conocer y apreciar paisajes, cultura, personas, estoy inquieta por agarrar la mochila y salir... 

Recuerdo que antes del 2000 casi viajo a Iquitos, pero... Oh no, no pude por estar embarazada de mi primera hija, fueron varios de mis amigos y colegas, me contaron que cuando bajaron del avión era como entrar a un baño sauna... 

Cuando viajo a la zona de sierra, es inevitable que me dé soroche, oh qué mal me llevo con la altura, necesito un día de aclimatación. Por ejemplo cuando voy a Tarata, Candarave, Arequipa, Puno, La Paz, Huancayo, Cusco. 

Por eso estar al nivel del mar es maravilloso! Aunque uno no se bañe, con contemplar el horizonte y el movimiento de las olas ya es suficiente. Pero si es posible mojarse es excelente! 

A esperar  no más, el próximo carnaval porque este año ya no habrá. 

Ohh en cuanto al medio de transporte, al inicio fue por ómnibus, algunas veces por tren, otras en balsa, bote y en avión, siempre con el menor equipaje posible. 

El motivo principal fue por capacitación, por estudios y ahí aprovechaba el tiempo libre para turistear, otras veces por vacaciones, otras por compromisos sociales, como fue en el caso de la boda de mi amiga Lula que se casó en Yunguyo y que me animó a que viajara hasta La Paz, fue una aventura arriesgada, sola, joven,... Recuerdo que en la Catedral de La Paz me dio mucha alegría ver a un santo peruano, a San Martincito de Porres para que me acompañe y sin saber que años después lo volvería a ver muchas veces en el nuevo colegio de Dani. 

Por los 90 los peruanos no éramos bien vistos por los bolivianos, pues ellos pensaban que todos éramos terroristas, narcotraficantes o ladrones, qué mal trato recibí por el hotelero aquella vez que tuve que compartir la habitación con una artista norteamericana, pues no había espacio. 

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